Medicina regenerativa

La medicina regenerativa es un campo en rápido desarrollo. Es una rama pluridisciplinar de la medicina basada en el empleo de la ingeniería de tejidos y la terapia celular para estimular los mecanismos de auto-regeneración del cuerpo humano y restablecer la función normal de órganos y tejidos dañados. Cualquier daño causado por procesos inflamatorios o degenerativos sería susceptible de ser frenado y, en última instancia, revertido.

Terapias regenerativas

El Plasma Rico en Plaquetas, también conocido como PRP es uno de los tratamientos regenerativos más empleados a día de hoy. El plasma es el componente líquido de la sangre, el cual contiene las plaquetas. Estas células son las encargadas de frenar el sangrado y regenerar heridas. Para ello, liberan una gran variedad de factores de crecimiento que desencadenarán una cascada de reacciones biológicas.

El tratamiento con PRP consiste en la extracción de una pequeña muestra de sangre del paciente, la cual es procesada mediante centrifugación y separada la fracción plaquetaria lista para su inyección.

Las células madre liberan su secretoma: un extracto de proteínas y factores de crecimiento capaz de actuar regenerando multitud de tejidos de forma similar al PRP pero con mayor potencial terapéutico y mayores usos.

Su reciente descubrimiento y la eficacia demostrada para tratar un amplio abanico de patologías ha supuesto un avance de la medicina regenerativa. Su facilidad de uso y la ausencia de traumatismo para el paciente lo convierten en una herramienta terapéutica de gran valor. 

Los péptidos, por otro lado, son uniones de diversos aminoácidos con efectos bioactivos que abarcan desde la regeneración de tejidos hasta su interferencia frenando procesos que causan envejecimiento biológico.

Aplicaciones clínicas

Estas son sólo algunas de las patologías en las que existe evidencia de la eficacia del plasma rico en plaquetas y/o células madre y su secretoma que apoya su uso médico:

Medicina ortopédica y del dolor

  • Degeneración articular.
  • Dolor crónico de origen inflamatorio.
  • Tendinitis, entesitis, fascitis y otras lesiones osteotendinosas.

Dermatología

  • Alopecia androgénica.
  • Cicatrices queloides e hipertróficas.
  • Úlceras de presión y heridas crónicas.
  • Quemaduras.

Medicina estética

  • Foto-envejecimiento y arrugas finas.
  • Ojeras oscuras.
  • Estrías.
  • Atrofia de la grasa facial.

Otros

  • Pie diabético.
  • Disfunción eréctil.
  • Envejecimiento del sistema inmunitario o inmunosenescencia.

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